jueves, 26 de mayo de 2011

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El proyecto actual se ocupa de la Plaza de los Mostenses en Madrid y de cómo la Sede de la Academia del Cine y Centro de Difusión y Comprensión del Cine Español, también objeto del proyecto, funcionando como un todo, da respuesta a la situación de desarticulación y desorden actual de la plaza como espacio público.

Situación

Situada junto a la Gran Vía de Madrid y muy próxima a la Plaza de España, este espacio se sitúa en el centro de la capital en pleno casco antiguo y sin embargo a tan solo unos segundos de la modernidad de la propia Gran Vía (S. XX) situada al Suroeste de la plaza. Al norte circunda la plaza la Calle del General Mitre y al Este la Calle de García Molinas de nuevo hasta enlazar con Gran Vía. La Calle Ricardo León limita la plaza al suroeste paralela a la Gran Vía con la que se comunica a través de un pasaje directamente. Las calles del Álamo y de Antonio Grilo comunican con la parte Norte de la plaza con San Bernardo. Su forma es la de un pentágono muy irregular y su topografía cuenta con un desnivel de 2,5 metros Noreste-Sureste.

Estado actual

La plaza de los Mostenses se ubica a espaldas de la gran catarata que suponen los edificios de la Gran Vía (de hasta 11 plantas) con toda su arquitectura de la primera mitad del siglo XX para convertirse en un espacio transitorio hacia el Madrid más castizo arquitectónicamente hablando. Hay que añadir a la transición entre ambos mundos arquitectónicos la contribución al desorden que aportan todas las construcciones pertenecientes a las partes traseras de cines y teatros así como otras edificaciones recientes poco afortunadas. Finalmente el edificio del Mercado Municipal, aun menos afortunado si cabe que los anteriores, se sitúa en el centro de este espacio desposeyéndolo de la característica principal que lo convertiría en plaza propiamente dicha. La geometría anárquica heredada sin duda del antiguo trazado madrileño se une también a este cónclave de circunstancias desafortunadas.

El tráfico se organiza entorno al edificio del mercado de modo que circunda toda la plaza, y su intensidad suele ser importante debido a la presencia del propio mercado añadiendo a esto que bajo la plaza se encuentra situado un parking público, lo que unido a su situación céntrica en la ciudad aporta un continuo caos circulatorio a este espacio urbano. Además los accesos y salidas tanto peatonales como sobre todo para vehículos contribuyen a ese caos de recorridos de usuarios añadiendo desorden al conjunto.

Propuesta
La propuesta inevitablemente pasa por la supresión del edificio destinado a Mercado Municipal y además por redistribuir el conjunto total de la Plaza incluido el parking público y sus accesos e incluso una vez avanzado el proyecto por peatonalizar la Calle Ricardo León de modo que el nuevo espacio surja diréctamente desde la barrera de edificios que supone la gran Vía, y haciendo más accesible al peatón desde aquella la nueva plaza. La eliminación del Mercado y la redistribución de los accesos al Parking contribuirán a la disminución sustancial del caos circulatorio.


Así una vez decidido el nuevo ámbito de actuación disponible y redistribuido el tráfico, se ha buscado que el nuevo edificio funcione como un elemento de transición entre esos dos mundos anteriormente descritos, el de la modernidad de la Gran Vía al SO y el del Madrid Castizo al N a la vez que da forma y límites al nuevo espacio público. Para ello se ha diseñado de modo que sobre rasante se divide en dos edificios que a modo de escenario franquean ese espacio en su recorrido S-N. Bajo rasante se desarrolla el parking público y la parte del edificio que une los dos cuerpos sobre rasante.

Se ha utilizado la alineación N-S como eje central de recorrido del nuevo espacio en un intento de regularizar la geometría de éste referenciándolo así a esas fachadas castizas situadas al norte y ocultando temporalmente tras los nuevos edificios ese tráfico lateral inevitable de modo que junto con la peatonalización de la C/ Ricardo León conseguimos un ambiente más acogedor en la plaza, menos agresivo en ruidos y circulación, más perteneciente al peatón y a las actividades del mundo del cine que se pretende esté siempre referido.

 
El edificio

El diseño de los edificios intenta poner en valor el significado onírico asociado al mundo del cine haciendo una referencia en sus duros trazos geométricos a ese carácter de escenario artificial que conforma los sueños del séptimo arte. En ese sentido se han buscado referencias en los escenarios más expresivos de la historia del cine, los expresionistas, que eran elementos que desde su carácter declaradamente artificial tenían dentro de cada película una relevancia artística en sí mismos. Lógicamente no se pretende la extrapolación de sus formas directamente sino más bien que inspiren las líneas atípicas que habrán de conformar el conjunto del diseño.

La división en dos del edificio sobre rasante hace posible que podamos segregar el programa en dos grandes grupos de usos, el privado, que corresponde a todos aquellos que trabajan en el Centro que nos ocupa en tareas de restauración, investigación, conservación etc… que se ubicará en el edificio A situado al NO y los usos públicos o semipúblicos como prensa, exposiciones o salas de cine  así como aulas, seminarios etc.. que se encontrarán en el edificio B situado al E.

Ambos edificio se comunican bajo la plaza en una planta que albergará los archivos de cine y fotografía, almacenes, vestuarios zonas de carga y descarga e instalaciones y que  separa el espacio enterrado en 2 partes, una situada al SO de aparcamiento, acceso y carga y descarga del Edificio que nos ocupa y otra situada al NE de parking público incluyendo su propio acceso peatonal. El acceso rodado al parking se realiza a través de la C/. García Molinas desde Gran Vía bajo el edificio B y la salida bajo el A a través de la C/ del General Mitre.


 
La plaza

En relación con el tema elegido, y para contribuir al fomento y el conocimiento del cine español, se pretende recuperar para la ciudad la actividad del cine al aire libre.

 
Para ello se diseña el edificio b. de modo que cuando el tiempo lo permita se podrá proyectar cine sobre la fachada del mismo de modo que la plaza pueda albergar una gran capacidad de espectadores. Así, la actividad del cine pasa a invadir la propia plaza.
 
En la planta bajo cubierta del edificio a se prevé un área para ubicar el proyector que se sitúa exactamente frente a la fachada de proyección del edificio b.
 
El material elegido tanto para las fachadas como para la propia plaza es hormigon armado en una gama de grises hasta el blanco en la plaza. Las fachadas serán totalmente blancas.


Se ha diseñado la plaza siguiendo la idea inicial de integración en un único elemento junto con los dos edificios de modo que se pueda conseguir una sensación escénica para el conjunto. Para contribuir a esta sensación se ha concebido una plaza de gran dureza formal dotada en su diseño de las mismas líneas que aquellas fachadas con las que pretende identificarse.
 
Encontramos así en los despieces de pavimentos de ésta las mismas leyes compositivas utilizadas en el desarrollo de huecos de las fachadas interiores de éstos hacia plaza. Así mismo ocurre en el diseño de las jardineras que se prevén, jardineras que albergan dos líneas de árboles muy definidas (de hoja caduca) y que acentúan la dirección N-S de la plaza en la pretensión de aquel recorrido transitorio inicial.
 
En su punto Norte se situará un monumento al cine español que marcará la direccionalidad de la plaza junto con la fuente que la recorre longitudinalmente en esa misma dirección. Esta fuente será del tipo "rasante" de modo que cuando no esté en marcha se podrá disponer de la mayor parte del espacio en la plaza tanto para la actividad de exhibición de cine al aire libre como cualquier otra para la que se quisiera disponer como exposiciones, actos públicos etc...

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